En función del tipo de consulta, la historia clínica y de los antecedentes familiares de cada mujer, el ginecólogo prescibirá una serie de pruebas complementarias. De entre ellas, las más habituales son:

• Citología vaginal. A través de esta prueba se obtienen las células de la vagina y del cuello del útero para diagnosticar alteraciones que pueden desencadenar enfermedades graves como el cáncer de cuello de útero, entre otras.
• Ecografía ginecológica. Mediante ultrasonidos (Eco)se obtienen imágenes del aparato genital femenino, del útero y los ovarios. A diferencia de la mamografía, esta prueba no emite radiación.
• Mamografía. Esta prueba permite explorar el tejido de la mama mediante  técnicas radiológicas; es decir, con rayos X. Es la principal herramienta diagnóstica para la detección precoz del cáncer de mama,aunque necesita otras pruebas complementarias, como pueden ser la ecografía y la resonancia magnética de la mama. 

• Analítica. Examen de sangre esencial para determinar el perfil de la paciente y para controlar sus niveles hormonales y el estado de salud general de la mujer.